miércoles, 30 de mayo de 2012

Nota Revista Caras

Se crió en una familia de pintores y escritores, ya desde niña, según cuenta, el aroma de los acrílicos inundaba el taller de su abuelo, donde la esperaba una larga mesa llena de colores que la invitaban a crear, y con gran admiración, imitaba sus trazos intentando "reproducir" su obra.


Es que Valentina Paéz (26) es ni más ni menos que la nieta de Jorge Páez Vilaró, hermano de Carlos Páez Vilaró, un destacado artista plástico reconocido tanto en el Uruguay como a nivel mundial. "Él fue y seguirá siendo mi gran inspiración hasta el último día de mi vida, mi querido maestro", aseguró orgullosa la también hija de la comunicadora María García. Si bien contactos no le faltan,
Valentina prefiere mantener su perfil bajo y que la conozcan por ella misma. En exclusiva para CARAS, la joven artista posó por primera vez en el Museo de Arte Americano de Maldonado, la mayor obra de su abuelo, y allí, en cada rincón, recordó historias que compartió con su abuelo.


_Qué fue lo mejor que le transmitió su abuelo y qué aprendió de él?
Es un gran ejemplo para mí como nieta y artista, y para el Uruguay.
Dedicó su vida enteramente al arte, para enriquecer tanto nuestra cultura como la de otros paises. Me enseñó el respeto y el amor por el arte, otra manera de ver la vida, sensibilizarte con un nuevo lenguaje que se aprende día a día de lo simple y cotidiano.
Aprendí a luchar contra viento y marea para lograr mis objetivos y cumplir mis sueños, que nada es gratis y que todo se gana con esfuerzo y dedicación.


—Le gustaría seguir el camino que él comenzó y difundir el arte uruguayo?
¡Sí, claro! Hace cinco años que empecé como artista.
Este año expongo el 14 de julio en el Centro Cultural Libertad Libros y estoy invitada a una muestra en Buenos Aires, en el Centro Cultural Borges.

Mi abuelo fue un americanista e impulsor de artistas jóvenes uruguayos. Casualmente, dos años atrás, charlando con mi padre, se le cayeron unas fotos de las manos, que para mi sorpresa eran dibujos de mi abuelo muy parecidos a los míos. Ahí me di cuenta que, en cierto modo, estoy recorriendo el mismo camino. Siento una fuerte conexión con él que me llena de emoción, lo siento como un aliado que defiende el dibujo que yo tanto amo.

—¿Siente que su casa de Colonia hoy convertida en restaurante y su museo de Maldonado son una especie de refugio para usted?
Claro, son dos lugares súper especiales donde estoy directamente conectada a él. El Museo de Arte Americano de Maldonado es el que más recuerdos me trae. La colección, las exposiciones y conciertos que se hacían en verano, una verdadera fiesta para los sentidos.
Y la casa en Colonia era su lugar para crear y descansar, al igual que para mí lo es el "Restaurant y Art Gallery", que actualmente funciona allí, proyecto de mi padre que mantiene viva la memoria de mi abuelo.


—¿Siente que le quedó pendiente hacer una exposición con él?
Creo que es un pendiente de ambos. Mi abuelo en una entrevista dijo: "me gustaría comenzar una de mis muestras con la obra de mi nieta, Valentina, y culminarla con las mías, para mostrar que en ese proceso la esencia es la misma".
Fue una gran pérdida que se haya ido a mis nueve años, me hubiera gustado compartir más tiempo con él. A los 14 años de su fallecimiento, pude honrar su memoria, en Colonia del Sacramento, ya que junto a sus obras, se pueden apreciar algunas mías.


—Montó un taller en su propio cuarto, ¿qué técnicas realiza y en qué se inspira?
Mi cuarto es un lugar multifuncional, desde atelier de dibujo y pintura a taller de serigrafía y estudio de sonido. Mis obras las realizo con tinta china, en algunos casos con pintura acrílica y técnica mixta. Actualmente estoy experimentando collages de pequeños dibujos a tinta. Este año doy un curso de serigrafía, con diseños únicos que llevan el arte a lo cotidiano. Me inspiro en vivencias, narro diferentes inquietudes, plasmo recuerdos y el mundo que me rodea, que a veces abraza, y otras, oprime.

—Siendo familiar de personas públicas, nunca utilizó eso para darse a conocer, ¿por qué?
Siempre busqué mi propio camino, que me valoren por lo que soy y lo que hago. Me gusta saber la opinión objetiva de mis trabajos, quiero lograr mis objetivos por mi esfuerzo personal. Me ha pasado que asocien mi apellido una vez finalizada la muestra y la reacción de la gente es muy graciosa.

—¿Cómo es su relación con Carlos Páez Vilaró?
Lamentablemente no tengo relación con él. Es una pena que no tengamos el contacto entre sobrina nieta y tío abuelo. Con quien sí estoy más en contacto es con Agó Páez.

—¿A su novio le gusta el arte? ¿Qué opina de sus obras?
Estoy muy contenta de tener una pareja que comparte el mismo gusto por el arte. Me apoya mucho en lo que hago, siempre me alienta y motiva para seguir adelante.



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